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Publicado por CONSENSO DELICIAS
En el caso Javier Duarte, la PGR como si nada
La estrategia corrupta de Javier Duarte y su esposa Karime Macías
se basó en la formación de estrechos círculos de complicidad. Fueron
sobre todo consanguíneos de Macías quienes saquearon el presupuesto de
las dependencias estatales, mientras que los funcionarios que le debían
el puesto a Duarte operaban los desvíos presupuestales. Durante mucho
tiempo, la tardanza de la PGR para investigar las denuncias funcionó
como un escudo que aún puede otorgarle impunidad a varios parientes y
exfuncionarios.
XALAPA, Ver. (Proceso).- La Procuraduría General de la República
(PGR) se demoró 25 meses en hacer diligencias e investigar el desfalco
cometido por el exgobernador priista Javier Duarte y sus colaboradores,
pese a que desde marzo de 2013 se presentó la primera denuncia en su
contra por un quebranto superior a 5 mil millones de pesos.
Desde el 12 de octubre pasado, cuando Duarte solicitó licencia para
separarse del cargo, la PGR tardó 185 días para aprehenderlo en un
lujoso hotel del balneario de Panajachel, en Guatemala. Mientras tanto
el exmandatario, su familia y colaboradores cercanos se dieron la gran
vida a costa del erario.
Duarte de Ochoa fue detenido el sábado 15 por elementos de la
Interpol y de la Policía Federal en la habitación 505, con vista al lago
Atitlán. Estaba en compañía de sus hijos Emiliano, Javiercito y
Carolina, menores de edad, quienes fueron llevados en una avioneta
privada por la cuñada de Duarte, Mónica Macías Tubilla, y el concuño del
exmandatario, José Armando Rodríguez Ayache.
En el lugar se encontraba también la esposa del exgobernador, Karime
Macías de Duarte, a quien la PGR y la cuadrilla de la Interpol dejaron
en libertad aunque la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz la
investiga por ser “pieza clave” en el desvío de recursos para
familiares, por ser presunta artífice de empresas fantasma según José
Juan Janeiro y Moisés Mansur Beltrán, prestanombres de Duarte.
Con su círculo de amigos y familiares, Duarte se iba de vacaciones y
realizaba visitas oficiales al Vaticano, España, Inglaterra, Brasil y
Estados Unidos, siempre con cargo al erario. Uno de sus colaboradores
revela Duarte convidó a “sus amigos” de la prensa, un círculo
incondicional de directores de medios de comunicación, conductores de
televisión y columnistas, a Italia, España e Inglaterra.
En una fotografía facilitada al reportero se ve a Duarte carcajearse
en la Plaza de San Pedro mientras habla el Papa Francisco I. Karime
Macías sonríe mientras extiende un velo negro. Atrás aparece Armando
Rodríguez Ayache, prominente empresario de Coatzacoalcos y concuño de
Duarte, quien también saludó al Papa.
“Las visitas al Vaticano se pagan. No fue por cortesía o invitación
que los recibieron. Duarte proviene de una familia jesuita y quiso ser
recibido por el Papa; cotizó el diezmo en miles de euros y pagó”, cuenta
un exdirectivo de Casa Veracruz que fue excluido de ese viaje.
Ese viaje ocurrió en diciembre de 2013 y se difundió como una gira de
trabajo de tres días, en la cual artesanos y voladores de Papantla
serían recibidos por el Papa. Sin embargo, los Duarte-Macías se quedaron
más de 10 días. En las fotografías facilitadas a Proceso aparecen
Mónica Macías Tubilla, hermana de Karime, y Córsica Alejandra Ramírez
Tubilla –prima de la esposa de Duarte y community manager de éste– y el
director de noticias de Radio Televisión de Veracruz (RTV), Jorge
Faibre.
En otra imagen captada en los alrededores del Vaticano aparecen las
niñeras de los hijos de Duarte, dos guaruras que viajaron exprofeso para
el cuidado de los menores, más otros custodios y un fotógrafo
profesional para documentar el viaje en Florencia, Roma y Venecia, ya
sin el entonces gobernador, quien regresó a Veracruz.
“Así eran ellos. No escatimaban en invitar a familiares, amigos o
empresarios afines al gobierno. En los Olímpicos de Londres (en 2012), a
sabiendas que se venía una tormenta tropical en Veracruz, viajaron. A
media justa deportiva Duarte se tuvo que regresar a atender la
emergencia y llegó un día antes de la final de futbol entre México y
Brasil. Karime Macías, familiares y amigos se quedaron allá, en viaje de
placer”, comenta un amigo de la familia.
La esposa de Duarte, quien se hizo famosa en las redes sociales por
escribir en una libreta Montblanc “Sí Merezco Abundancia” y “qué hueva
el DIF, pero hay que exprimirlo”, estaba especialmente interesada en la
competencia de equitación realizada en el Greenwich Park de Londres del
28 de julio al 8 de agosto de aquel año.
Duarte volvió a México la noche del 10 de agosto, cuando la tormenta
tropical Ernesto ya había hecho estragos y dejado media decena de
muertos. Al día siguiente el gobernador instaló el Consejo Estatal de
Protección Civil y posteriormente difundió una fotografía en donde se le
ve disfrutando el partido México-Brasil en el Palacio de Gobierno.
De forma paralela, en Londres su esposa, sus hijos, familiares y
algunos periodistas veracruzanos asistieron a presenciar la final en el
estadio de Wembley, donde la selección mexicana se alzó con la medalla
de oro. Los guaruras y niñeras esperaron afuera del estadio.
En los frecuentes viajes a Estados Unidos, la familia iba a Denver,
Colorado, y a Orlando, Florida. Por lo general invitaban a los amigos de
Karime Macías, muchos de ellos empresarios de Coatzacoalcos, o al
actual alcalde porteño Ramón Poo Gil y su esposa Maricruz Barreda.
En enero de 2013 Duarte se llevó a 15 periodistas veracruzanos a
España, con el pretexto del Tianguis Turístico de Madrid. La comitiva
paseó por el Museo del Prado y las tabernas. Para rematar asistieron a
la final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Barcelona.
Periodistas de TV Azteca, Televisa, El Dictamen, Diario AZ, El Centinela
y Notiver subieron sus fotografías desde un palco privilegiado del
estadio Santiago Bernabéu. A ese partido también fueron empresarios y
amigos de la familia Duarte-Macías.
Y el pasado jueves 20, mientras Duarte dormía en una cárcel de
Guatemala, Karime Macías, su hermana Mónica, los hijos de ambas y otros
parientes volaron a Londres, reveló una fuente de la FGE. Una fotografía
que circuló ese día en las redes sociales los ubicaba en el aeropuerto
El Dorado, de Bogotá, Colombia, a punto de abordar el avión.
Omisiones y tortuguismo de la PGR
Entre el 7 y el 19 de noviembre de 2014, la dirección jurídica de la
Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó las primeras seis de
14 denuncias ante la PGR por presunto desvío de recursos en contra de
colaboradores de Javier Duarte y su antecesor, Fidel Herrera.
Antes, el 13 de marzo de 2013, un grupo de legisladores panistas
encabezados por el senador Fernando Yunes Márquez interpuso una denuncia
penal en la PGR contra el gobierno de Duarte por su responsabilidad en
el desvío de más de 5 mil millones de pesos. La querella se sustentaba
en el informe de la ASF sobre la Cuenta Pública 2011.
El senador panista explicó que el principal desfalco se registró en
el sector educativo, donde se detectaron irregularidades en 82% de las
participaciones federales enviadas a la Secretaría de Educación de
Veracruz.
“Un ejemplo: en el tema de pago a maestros no hay pruebas
documentales físicas, ni de referencia de la existencia de profesores,
por más de 300 millones de pesos, es decir, se trata de aviadores del
gobierno estatal”, acusó Yunes Márquez.
Después de 19 meses, la ASF y su director jurídico, Ruperto Narváez
Bellazetín, entregaron a la Unidad Especializada en Investigación de
Delitos Cometidos por Servidores Públicos y Contra la Administración de
Justicia de la PGR al menos 78 hojas divididas en seis “denuncias de
hechos” que incriminan a Duarte, pero también al hoy diputado federal
del PVEM Édgar Spinoso, al legislador priista Adolfo Mota y al
extesorero Tarek Abdalá.
Los señalados “reintegraban recursos a la Federación, mandaban
comprobación y volvían a sacar el recurso. Simulaban regresar el recurso
para obtener los documentos comprobatorios de la ASF de que resarcieron
el daño y solventaron la irregularidad determinada; posteriormente lo
volvían a retirar en dos transferencias”, se expone en las denuncias de
hechos DGJ/C1/2245/2014, DGJ/C1/2368/2014, DGJ/C1/2374/2014,
DGJ/C1/2244/2014 Y DGJ/C1/2228/2014, de las que el reportero tiene
copia.
La ASF detalla a la PGR que cuando los funcionarios veracruzanos
enviaban las comprobaciones al gobierno federal y obtenían los “sellos
de devolución”, el dinero era retirado a través de otras cuentas del
gobierno estatal mediante transferencias poco claras.
“No tardaban ni 24 horas en desaparecer el dinero depositado: sólo en
lo que prendían y activaban el token de seguridad bancario”, explica un
exfuncionario de Duarte que hoy trabaja en el gobierno federal y quien
pidió no publicar su nombre.
Las querellas también involucran al exauditor del Órgano de
Fiscalización y extitular de Sefiplan, Mauricio Audirac; al exsecretario
de Infraestructura y Obras Públicas, Tomás Ruiz González, a los
extesoreros Vicente Benítez y Juan Manuel del Castillo –hoy diputados
locales a quienes los priistas acusan de haber pactado con Yunes
Linares– y al exsecretario del Trabajo y Previsión Social, Gabriel
Deantes.
El último fue grabado en una conversación donde señala que hay que
“inflar” con recursos económicos a los candidatos a diputados locales
del partido Morena en las elecciones de 2016. Todos ellos tenían acceso
como “apoderados” o “accedientes” a las chequeras para transferir los
recursos.
Vicente Benítez, extesorero del estado, fue cesado durante las
precampañas federales de 2012, cuando la PGR le abrió una investigación
–de la que salió exonerado– por trasladar 25 millones de pesos en
efectivo del aeropuerto de Xalapa a Toluca, Estado de México.
Políticos opositores consideraron que esos recursos se destinarían a
la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. Un año después, Benítez
fue nombrado oficial mayor de la Secretaría de Educación estatal,
posteriormente subsecretario de Desarrollo Social y después candidato a
diputado local por Nueva Alianza, lo que le garantizó una curul.
En la revisión del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y
Normal (FAEB), cuyo titular era Adolfo Mota Hernández, hoy legislador
federal, la ASF auditó 18 mil 343 millones, 87 mil pesos (97.9% de los
recursos). Después de requerir a la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores (CNBV) y de cotejar y confrontar las transferencias y reintegros
que hizo el gobierno del estado, la ASF detectó que el 17 de enero de
2012 se autorizó que la cuenta Santander (6550255805) diera “salida
efectuada” a 124 millones 414 mil pesos. El órgano de fiscalización no
encontró “elementos” que certificaran la debida aplicación y destino de
estos últimos recursos, según la auditoría 224.
De forma similar, la ASF exigió el “reintegro” de mil 602 millones
de pesos del total de 2 mil 540 millones que fueron depositados para el
Seguro Popular de la entidad, al detectar que no se hizo una “correcta
aplicación”.
Sin embargo, los funcionarios de Duarte entregaron “por partes” el
reintegro. Ante los extraños movimientos de cuentas bancarias, la ASF
solicitó a la CNBV los “movimientos bancarios” y las cuentas a donde los
funcionarios depositaban los “reintegros”.
Al final la ASF no encontró el destino de 389 millones 550 mil pesos
depositados en la cuenta Banorte 0659075660, donde no se “reportó
evidencia” del ejercicio del gasto público para el cumplimiento del
programa del Seguro Popular.
En la “confrontación y cotejo de datos”, la ASF detectó que la
administración estatal destinó los recursos para “otro fin” que el
etiquetado, por lo que resolvió que el gobierno de Veracruz sólo
“simuló” los “reintegros” o incluso “retiraba” los recursos el mismo día
que eran depositados, y al día siguiente se “depositaban” en otra
cuenta, ajena al gobierno del estado y que no podía detectar ni siquiera
la CNBV.
“Lo anterior hace presumir que servidores públicos del gobierno del
estado de Veracruz simularon el reintegro del recurso señalado por esta
entidad de fiscalización”, se advierte en las querellas de la ASF.
Ya en 2015, el entonces candidato a la gubernatura de Veracruz,
Miguel Ángel Yunes Linares, retomó dichas denuncias y anexó a sus
propias querellas una por enriquecimiento ilícito de Javier Duarte, a
quien le atribuyó una decena de propiedades en Veracruz, departamentos
en la Ciudad de México y propiedades en Europa, Estados Unidos y
Centroamérica, varias de éstas adquiridas a través de los prestanombres
José Juan Janeiro, Moisés Mansur y Javier Nava.
El 15 de febrero pasado la ASF reveló que en las observaciones
pendientes de solventar en el periodo 2011-2014, más el monto observado
en 2015 –del primero al quinto año de gobierno de Duarte– Veracruz
tiene “pendientes de solventar” 27 mil 503 millones 500 mil pesos, pues
en los últimos años sólo ha logrado resarcir mil 460 millones 900 mil de
los casi 33 mil millones de pesos que el brazo técnico del Congreso de
la Unión le requirió.
Únicamente los montos pendientes que ya generaron denuncias de hechos
suman 16 mil 305 millones 800 mil pesos, mientras que los montos que
motivaron denuncias penales relacionadas con simulación de reintegros
alcanzan 4 mil 770 millones 200 mil pesos, que deben reintegrarse a la
Tesorería de la Federación.
En la Cuenta Pública Consolidada 2015 se observa que Veracruz recibió
de recursos federalizados por 50 mil 989 millones, pero la
administración de Duarte no comprobó en qué gastó 7 mil 706 millones.
Según el diagnóstico que elaboró la Comisión de Hacienda del Congreso
local en la pasada legislatura, el quebranto patrimonial durante el
sexenio de Duarte asciende a 180 mil 888 millones 402 mil 510 pesos e
involucra recursos federales y locales, así como los pendientes con
terceros institucionales y organismos autónomos, y pasivos a
proveedores.