Al parecer, el presidente de Angola, José Eduardo dos Santos, pagó un millón de dólares a la cantante.

Por ello, Human Rights Foundation acusó a la cantante de haberse dejado "comprar" para divertir a una de las familias más ricas de África, en uno de los países más pobres del continente.

"Mariah Carey no parece tener bastante con el dinero que recibe de dictadores, más de un millón de dólares en esta ocasión", señaló un militante de este grupo, Thor Halvorssen.

"Es un triste espectáculo ver a una artista internacional comprada por un Estado policial despiadado, para entretener y lavar una cleptocracia formada por padre e hija que ha amasado ilícitamente una fortuna de miles de millones de dólares, mientras la mayoría de los angoleños vive con menos de dos dólares al día", agregó Halvorssen. 

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