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Publicado por CONSENSO DELICIAS
Donald Trump, el nuevo aprendiz de brujo
Las políticas proteccionistas de Donald Trump, acompañadas
de una fuerte dosis de racismo, son según él para “defender los empleos
en su país”. Trata de regresar a Estados Unidos a la época fundacional
de la industrialización, cuando las economías de hoy se desarrollan en
regiones donde se constituyen cadenas de valor que se complementan para
ser competitivas globalmente.
Incluso, las políticas de Trump ponen en
riesgo las cadenas productivas que hoy generan ingresos y plazas de
trabajo dentro de su propio país. Se estima que seis millones de empleos
en la unión americana están vinculados a la actividad económica con
México. El 99% del maíz cultivado en Kansas es exportado a nuestro país;
el 96% de los minerales que Arizona coloca en el exterior tiene por
destino México. En 2015, Michigan vendió 4.600 millones de dólares de
automóviles que hoy circulan en carreteras mexicanas. El comercio con
nuestro país en la frontera genera cerca de un millón y medio de empleos
en Estados Unidos.
Tomemos
el ejemplo de Texas, que en 2015 exportó 95.000 millones de dólares a
México, más de la tercera parte de sus exportaciones totales. En junio,
los alcaldes de Dallas y Fort Worth visitaron México para explorar la
posibilidad de ampliar la relación comercial. Son 500 empresas texanas
las que realizan negocios con nuestro país en las áreas en los sectores
médico, educativo, energético, de agua, aeroespacial y por supuesto, el
turismo. La integración de cadenas de valor de este movimiento comercial
genera 200.000 empleos en Texas que dependen del comercio con México.
El 70% del intercambio comercial entre los dos países se da por tierra.
Cada día un millón de personas y 370.000 automóviles cruzan la frontera.
El trafico fronterizo de la región de San Diego-Tijuana propicia un
movimiento de 7.200 millones de dólares en la producción económica y más
de 62.000 empleos al año.
En el inicio de las discusiones con Estados Unidos y Canadá
para firmar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN),
desde una postura progresista, planteamos que en la negociación se
incluyeran cláusulas de derechos humanos y migración, mismas que
quedaron fuera. Justo esos temas son los que hoy están en crisis en la
relación bilateral. Además de la baja productividad de la tradicional
mano de obra estadounidense.
Si el TLCAN ha de renegociarse, debe partir de la premisa de
incluir cláusulas en materia de derechos humanos, migración y
seguridad. Con Canadá tenemos desde 1974 el Programa de Trabajadores
Agrícolas Temporales que regula la migración legal de jornaleros. El
trabajo de los mexicanos es reconocido en aquel país por su
especialización y rendimiento.
En este contexto, la construcción del muro nos llevaría a
una crisis humanitaria sin precedentes. No solo por los mexicanos,
muchos de los cuales ya han regresado, sino por los miles de
centroamericanos, haitianos y cubanos que atraviesan nuestro país para
llegar al norte. Ante esta severa crisis es responsabilidad de los
mexicanos tomar acciones para proteger los derechos humanos de los
migrantes, de sus familias, de los dreamers, mexicanos nacidos en
Estados Unidos que no cuentan con documentos de residencia.
Sin duda, la construcción del muro es inaceptable. Es un
acto de provocación a la relación bilateral, una acción totalmente
hostil y contraria a los principios de amistad, convivencia y respeto
entre las naciones. La acción ejecutiva de Trump para construir el muro
afectará la economía de ambos países.
Debemos actuar. Tenemos la oportunidad de diversificar
nuestras exportaciones. En el último lustro, el 33% de los 150.000
millones de dólares de inversión extranjera directa que recibe México ha
llegado de Alemania, Países Bajos, Bélgica, España y Japón. Hay
potencial para ampliar el comercio con ellos. En los meses que vienen,
encabezaré una delegación de gobernadores mexicanos para explorar la
factibilidad de recibir inversión extranjera de China para construir
infraestructura y detonar el desarrollo: trenes, carreteras y generación
de energía.
En términos económicos, las medidas más urgentes que México
debe emprender son aquellas que lleven a fortalecer el mercado interno:
aumentar al salario para recuperar su poder adquisitivo, fortalecer el
consumo interno y establecer alicientes al desarrollo de las micro,
pequeñas y medianas empresas, que generan siete de cada diez empleos.
No tengo duda: el populismo de Trump es como el aprendiz de
brujo de Goethe, popularizado por Walt Disney durante la Segunda Guerra
Mundial, un ingenuo vestido de hechicero que desata poderes que luego no
va a poder controlar y termina por destruir todo a su alrededor. La
humanidad ya ha pagado un alto precio por estos líderes populistas que
se presentan como salvadores y que asumen un pacto mesiánico con sus
electores para hacerles creer que cumplirán y acaban destruyendo las
instituciones democráticas.