Published On:
Publicado por CONSENSO DELICIAS
La Joya: el “show” terminó
La Joya es un poblado del municipio de Villa de Guadalupe ubicado en
San Luis Potosí. Es uno de los más pobres del país y según estadísticas
oficiales, la miseria ha ido creciendo tanto que la gente ha salido
huyendo hasta quedar en un puñado de 10 mil habitantes en todo el
territorio.
Hasta hace unos meses este lugar era ignorado por casi todos los
mexicanos. Su existencia pasaba inadvertida para todos los medios de
comunicación y las redes sociales enfrascadas en agarrar todas las
noticias que forman un remolino que genera una polvareda y un ruido que
nubla y ensordece la razón.
La
Joya era uno más de esos miles de poblados que se pierden en la
geografía nacional de la pobreza y la marginación. Si alguien se
interesaba en estar ahí era para visitar a un familiar o un conocido con
alguna necesidad económica o de seguridad.
Nadie o muy pocos sabían de su existencia y los pocos habitantes de
este caserío se comunicaban con el exterior con muchas dificultades.
¿Cómo interesarse por una comunidad con 80% de pobreza, la mitad
analfabeta y sin acceso a seguridad social, sin ningún atractivo natural
o turístico?
Pero todo cambio cuando un día a uno de sus habitantes se le ocurrió
grabar un video invitando a sus conocidos y familiares a la fiesta de 15
años de su hija. Les dijo que habría “una chiva”, bebida y música.
Algún nativo de las redes sociales descubrió el mensaje, se le hizo
gracioso y lo compartió. A partir de ese momento el video comenzó a
circular con la rapidez del Internet y lo vieron miles y millones de
usuarios.
La familia de la quinceañera no tenía la menor idea de que para entonces ya eran famosos.
Como en La Joya no hay Internet y el papá tuvo que salir de la
comunidad y pedir que le ayudaran a subir el video a la red para que sus
amigos y familiares se enteraran de la fiesta de su hija, tardó un
tiempo en recibir el impacto de la fama efímera de las redes sociales.
La Joya se hizo famosa y la familia de la quinceañera más. Sus imágenes se multiplicaron en miles y luego en millones.
Muchos se mofaron de la invitación e hicieron bromas de la fiesta
auto invitándose. Algunos medios comenzaron el show, el espectáculo
gracioso y la mofa fácil. Algunos políticos y gobernantes aprovecharon
la oportunidad para subirse al escenario y lanzar sus dádivas. Otros
hasta organizaron tours especiales para llegar hasta el pueblo y
participar en el agasajo.
Las grandes empresas televisoras enviaron a sus reporteras y
reporteros a cubrir la fiesta con equipos especiales para trasmitir en
vivo el festejo que duró hasta las cuatro de la mañana del siguiente
día.
Fue tan grande el espectáculo que se vulgarizó la fiesta de la
quinceañera. “Se portan peor que animales”, les dijo la mamá de la
celebrada a los reporteros que se amontonaron y se pelearon buscando
tomar la imagen que mejor vendiera en sus empresas.
Gracias al Internet, La Joya potosina vivió su mejor momento las
horas que duró la fiesta de 15 años pero como ocurre en los cuentos de
hadas, cuando los invitados se fueron la pobre realidad se adueñó de
nuevo del lugar.
El oropel mediático, el interés de los políticos, de los locutores,
la atracción de los reporteros y de los famosos del espectáculo se
esfumó tan rápido como suele suceder en la red global.
Así, en unas horas la Joya con toda su pobreza y marginación fue
desplazada por un nuevo show ocurrido a miles de kilómetros del pueblo
potosino pero cercano en el mundo virtual y del espectáculo barato del
Internet.