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Publicado por CONSENSO DELICIAS
El thriller PGR-Kate
A falta de una explicación sólida sobre la recaptura de Joaquín
Guzmán Loera y los cómplices de su fuga, el gobierno de Enrique Peña
Nieto decidió hacer de la titular de la PGR Arely Gómez la guionista de
una trama peor que la de la Reina del Sur.
Durante casi un mes, la procuradora ha mantenido el consumo mediático
en torno a Kate del Castillo, como si se tratara de nuevos capítulos de
esa serie que la actriz y productora protagonizó en la televisión
hispana de Estados Unidos.
En el inicio de su libreto, la procuradora mantuvo en secreto el
nombre de la actriz para generar expectación al decir que gracias al
seguimiento policial fue posible dar con Joaquín El Chapo Guzmán.
Cuando el nombre de la actriz entró a escena a través de la revista estadunidense Rolling Stone, los guionistas oficiales empezaron a armar nuevos capítulos con la filtración de las fotografías de Kate con los abogados del Chapo,
de los diálogos electrónicos que mantuvo con los litigantes y el propio
Guzmán, de los registros públicos de sus empresas y demás detalles para
alimentar la trama.
Como antagonista en la historia, Kate del Castillo puso la tensión
narrativa cuando anunció que daría su versión de los hechos. Pasaron los
días y al guión que estaba escribiendo la PGR le faltaba, y aún le
falta, la versión de la actriz y productora autoexiliada de México que
terminó por convertirse en dueña de Kate del Castillo Productions y
empresaria tequilera con su marca Tequila Honor LLC.
Sólo ha dicho, a través de la periodista Lydia Cacho, que fue
engañada y utilizada por la revista estadounidense y el también actor y
productor Sean Penn.
Más elementos para la trama, sobre todo cuando dice a través de esa
versión que el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong la
amenazó y advirtió que no se haría la película autobiográfica por la
que El Chapo la había buscado desde antes de que se escapara del Altiplano.
Hermana de uno de los vicepresidentes de Televisa, Arely Gómez sigue
perfilando al personaje. De incógnita, la pasó a testigo. Después a
sospechosa de lavado de dinero. Claro, dice, asumiendo la presunción de
inocencia.
Los antagonismos se alimentan. La actriz sigue sin aparecer y ahora
la guionista principal pide que la localicen aquí o en Estados Unidos.
Del Castillo pide un amparo para que no la detengan y el entretenimiento
sigue.
Las complicidades y la protección en torno a El Chapo pueden
esperar. Es más, ni siquiera investigarse, mientras el gobierno de Peña
Nieto siga escribiendo una novela más mala que La Reina del Sur, del
español Arturo Pérez Reverte.