La empresa canadiense IBI Group Inc., ganadora de la licitación, desistió de realizar el proyecto ejecutivo de la segunda ruta troncal del ViveBús, informó Nicolás López, jefe del área de Movilidad del IMIP.

La decisión tuvo que ver con la tardanza en “bajar” los 780 mil dólares autorizados por el Banco Mundial desde 2006 y también con el costo que al final tendrá el proyecto el cual –aseguraron– será mayor a lo presupuestado.

Ante el retiro de la compañía consultora, el Instituto Municipal de Investigación y Planeación convocó a Calimayor y Asociados, de la ciudad de México. Esta empresa fue la segunda opción en la convocatoria abierta realizada a nivel nacional en junio de 2013.

La intención es que ahora Calimayor lleve a cabo el “Estudio Integral y Proyecto del Corredor Troncal Tecnológico”, que consiste en un conjunto de estudios de factibilidad, entre ellos de demanda e impacto vial, así como los ambientales y sociales.

Estos dos últimos permitirán conocer la reducción de la contaminación y la baja en emisiones con el uso de camiones ecológicos BRT que emplean gas, así como a cuántos usuarios impactará.

Una de las preocupaciones mayores que, se dijo, tendrá que manejarse correctamente, es la socialización del proyecto y el cumplimiento de todos los factores, ya que es una de las rutas que atravesará vialidades con un alto aforo vehicular.

El costo aproximado para la implementación de la segunda ruta oscila entre los 600 y 800 millones de pesos, incluida la infraestructura y las 90 unidades mínimas de reciente modelo que se necesitan para abastecer a una demanda de usuarios que, aseguran, con la primera ruta y las alimentadoras podría alcanzar los 100 mil usuarios.

El trayecto abarcará 15 kilómetros en un principio y partirá desde la esquina de avenida 16 de Septiembre y Matamoros, pasando por el paseo Triunfo de la República y avenida Tecnológico hasta el aeropuerto.

 Nicolás López, el jefe del área de Movilidad del IMIP, reconoció que el proyecto es complicado por todos los elementos que lo conforman, ya que los juarenses no están acostumbrados a la cultura del trasbordo, como ocurre en otras ciudades del sur del país.

Se espera que tras la aceptación de la nueva compañía el proyecto inicie con una reunión entre representantes de los gobiernos estatal y municipal y los transportistas.

El plazo para concluirlo será de nueve meses, debido a que antes de que concluya el año próximo debe estar terminado, pues de lo contrario se corre el riesgo de que se pierdan los recursos autorizados por el GEF y el Fondo Nacional de Infraestructura de 8.5 millones de pesos.

“En la lista corta, como se le llama a uno de los procesos dentro de la licitación, quedaron seis empresas seleccionadas; una era de México, otra canadiense, dos más españolas y la última de una sociedad constituida por expertos de Estados Unidos, Venezuela y Brasil; al final se eligió a la de Toronto seguida de la mexicana; en total, mostraron interés por el tema 22 empresas de diferentes países”, dijo López.

La otra compañía

De acuerdo con su descripción, Calimayor y Asociados es un equipo de alta especialidad; participó en diagnóstico de operación vial, oferta y demanda vial y de estacionamientos, y elaboró el diseño operativo de dos rutas para el sistema de transporte interior de Ciudad Universitaria, “Sistema PUMABÚS”, analizando los sitios de paradas, tiempos de recorrido y dimensionando la flota necesaria para cumplir con una frecuencia de servicio.

Durante el proceso de evaluación, explica, incluyó el uso de modelos de micro-simulación, los cuales permitieron definir de manera precisa lo que ahora es el funcionamiento real del sistema.