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Publicado por CONSENSO DELICIAS
Redes sociales impactan la función del cerebro
Ansiedad por adquirir algo o comentar lo que los demás publican,
imaginar que el celular vibra o suena cuando en realidad no lo hace y la
falta de memoria son algunos de los aspectos que las redes sociales
están afectando en el cerebro.
De acuerdo con un artículo
publicado por Gabriela González en la página electrónica de Fundación
Telefónica, el cerebro está en constante evolución, por lo que estar
conectados a Internet todo el tiempo, leer y compartir lo que otros
dicen, está modificando la manera en que el cerebro funciona.
Entre
estas nuevas afectaciones, menciona el fenómeno conocido como FOMO
(fear of missing out), o miedo de perderse algo, el cual consiste en
sentir irritación o ansiedad porque no se está haciendo todo lo que
otros.
A este respecto refiere que cuando se publican fotos de
fiestas o visitas a lugares, el FOMO provoca que la persona se pregunte
si debería también salir o probar lo que otros comparten en las redes,
llevándolo a sentir disgusto con lo que está haciendo en ese momento y
envidiando a los demás.
La publicidad de comida en las redes
sociales ya ha sido estudiada anteriormente, sin embargo su análisis se
ha visto incrementado por el actual término “Food porn”, como se le
conocen a las fotografías de comida que son compartidas en esos sitios
virtuales.
Gabriela González afirma que estas imágenes producen
efectos en el cerebro, como el hecho de hacer que te den ganas de
comer, incluso si acabas de terminar de hacerlo.
En este punto
cita un estudio en The Journal of Neuroscience, el cual devela que ver
fotografías de comida que luce deliciosa puede causar que se coma más
de lo que se necesita, y en los peores casos se puede terminar con una
adicción a la comida.
También se han dado casos en los que las
personas comparan los alimentos que comerán o están comiendo con los
que publican sus amigos, y si es a la vista una comida más deliciosa de
la que ellos comerán, no la disfrutan igual.
Otra de las
afectaciones que sin darse cuenta la mayoría está sufriendo, es el
insomnio; las personas antes de dormir revisan su Facebook, Instagram,
Twitter o cualquier otro sitio, alterando con ello el patrón de sueño
que tenían.
Esto se debe en gran parte, dice la autora, a que se
ha comprobado que la luz que emiten las pantallas de los dispositivos
engaña al cuerpo haciéndole creer que aún es de día, lo que mantiene al
usuario despierto hasta altas horas de la madrugada.
Además,
junto con el uso de las redes sociales en teléfonos móviles o tabletas,
ha nacido el síndrome “Phantom vibration”, que hace que los usuarios
imaginen vibraciones de sus dispositivos cuando no han recibido ninguna
notificación.
Por otra parte se encuentra la afectación que está
sufriendo la memoria al tener toda la información disponible en un solo
clic, pues gracias a Google podemos aclarar muchas de las dudas, pero
dejando a un lado el uso de la memoria.
De hecho, Gabriela
González agrega que se ha comprobado que a la generación actual le
cuesta más sentarse a leer un libro porque no puede concentrarse en una
sola tarea por mucho tiempo.
La autora concluye que si bien estas
tecnologías han ayudado a los usuarios a mantener el contacto con
personas pese a la distancia, también cuidar su uso es importante para
evitar afectaciones psicológicas o neurológicas.