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Publicado por CONSENSO DELICIAS
La economía se le fue de las manos a EPN y su equipo hacendario, creció apenas 1.06% respecto al año previo
El festivo y autoelogiado regreso del PRI al mando del país
–“nosotros sí sabemos gobernar”– y el ímpetu reformador del nuevo
gobierno, no impidieron que al presidente Enrique Peña Nieto y a su
equipo hacendario se les escurriera entre las manos la economía
nacional.
En el primer año del gobierno de Peña, ésta creció
apenas 1.06% respecto del año previo. Y aunque el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI) –que hoy dio a conocer los datos
definitivos sobre el comportamiento de la economía en 2013– redondeó la
cifra en 1.1%, es un pésimo resultado desde cualquier punto de vista.
Quedó
por debajo de la última estimación de la Secretaría de Hacienda, de
1.3%. Tampoco alcanzó la más reciente previsión del Banco de México, de
1.2%.
Peor: No es, ni siquiera, un tercio del 3.5% originalmente
estimado por Hacienda, que a lo largo del turbulento año económico fue
revisando a la baja sus proyecciones, ya que era inevitable el
descontrol en la conducción económica.
En efecto: del inicial 3.5%
para todo 2013, Hacienda lo bajó –tras el desplome de la actividad
económica en el primer semestre del año– a 1.8%. Luego, por los efectos
de las tormentas Manuel e Ingrid, a 1.7%. Y, finalmente, a 1.3%, cuando
ya era claro el reconocimiento oficial –así fuera implícito– de que
2013 fue un año en el que la economía se les fue de las manos.
La realidad rebasó sus siempre optimistas proyecciones.
El
1.06% o, redondeado, el 1.1% de crecimiento del producto interno bruto
en 2013 quedó muy por debajo del 3.9% registrado en el último año del
gobierno panista de Felipe Calderón.
En términos trimestrales, la
fotografía del fracaso se ve más clara: en el primer trimestre de 2013,
la economía creció 0.6% anual, cuando un año antes, en el mismo periodo,
lo hizo en 4.8%.
En el segundo trimestre creció 1.6%, contra un
4.4% del segundo de 2012. En el tercer trimestre, cuando ya el gobierno
decía que iniciaría el periodo de expansión de la economía, el producto
registró un “crecimiento” de 1.4%, pero un año antes fue de 3.1%.
Finalmente,
en el cuarto trimestre –ya consumada la aprobación de diez reformas
estructurales, que aparentemente hizo regresar el Mexico moment–, el
gobierno se llevó la sorpresa: la economía creció sólo 0.67%, o 0.7% si
se redondea la cifra, contra el 3.3% en que lo hizo en el cuarto
trimestre de 2012.
En otras palabras, en el cuarto trimestre del
primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto, la economía nacional
creció apenas una quinta parte del crecimiento que registró la economía
en el mismo periodo del último año de gobierno de Felipe Calderón.
Y
si se ve año contra año, 2012 contra 2013 –3.9% y 1.1%–, en el primero
la economía del país creció poco más de 3.5 veces que en todo el
segundo.
Otra forma en que los especialistas analizan los datos
del comportamiento de la economía es removiendo de las cifras originales
los factores estacionales.
Explica el INEGI:
“La gran
mayoría de las series económicas se ven afectadas por factores
estacionales. Éstos son efectos periódicos que se repiten cada año y
cuyas causas pueden considerarse ajenas a la naturaleza económica de las
series, como son las festividades, el hecho de que algunos meses tienen
más días que otros, los periodos de vacaciones escolares, el efecto del
clima en las diferentes estaciones del año, y otras fluctuaciones
estacionales como, por ejemplo, la elevada producción de juguetes en los
meses previos a la Navidad provocada por la expectativa de mayores
ventas en diciembre.
“En este sentido, la desestacionalización o
ajuste estacional de series económicas consiste en remover estas
influencias intra-anuales periódicas, debido a que su presencia
dificulta diagnosticar o describir el comportamiento de una serie
económica al no poder comparar adecuadamente un determinado trimestre
con el inmediato anterior.
“Analizar la serie desestacionalizada
ayuda a realizar un mejor diagnóstico y pronóstico de la evolución de la
misma, ya que facilita la identificación de la posible dirección de los
movimientos que pudiera tener la variable en cuestión, en el corto
plazo.
“Las cifras desestacionalizadas también incluyen el ajuste
por los efectos calendario (frecuencia de los días de la semana y, en su
caso, la semana santa).”
Así, entonces, el INEGI también dio
cuenta hoy que en el cuarto trimestre de 2013 la economía creció, en
cifras desestacionalizadas, apenas 0.18% respecto del tercer trimestre
del mismo año.
Fue un crecimiento menor al registrado en el primer
trimestre (0.21%) y en el tercero (0.95%), aunque mayor al del segundo,
cuando la economía se desplomó -0.69% respecto del trimestre previo.
Pero
el dato de 0.18% de crecimiento en el cuarto trimestre significa que la
presunta recuperación que tanto pregonó el gobierno al final del año
fue, en realidad, mucho más débil de lo que esperaba.
Si se
desagrega el producto interno bruto en los tres grandes grupos de
actividad económica que lo integran, se tiene –según el INEGI– que el
PIB de las actividades terciarias (servicios y comercio) mostró un
incremento de 2.1% anual y el de las primarias (agricultura, ganadería,
pesca) de 0.3%, en tanto que el PIB de las secundarias (sector
industrial) cayó – 0.7% anual en 2013.