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Publicado por CONSENSO DELICIAS
Preferimos morir baleados por el Ejército que destazados por los Templarios: michoacanos
Como si se tratara de una fiesta, decenas de
personas acudieron puntuales al panteón municipal. Un grupo de músicos
entonaba corridos de vida y muerte, pero el llanto y los gritos
desgarradores de Juana rompían el ritmo sincopado. “Por qué me lo
mataron”, gritaba la mujer mientras era sepultado el cuerpo de su hijo,
Mario Pérez Torres, “¿Usted cree que se va a calmar esto?”,
pregunta María Elena, la prima de Mario, inquiriendo al reportero si no
es peligroso hablar con la prensa.
ANTÚNEZ, Mich. (apro).-El miedo es el invitado
principal a los sepelios de Mario y Rodrigo Benítez, cuyo último adiós
fue acompañado por cientos de habitantes de esta población que por años
ha sido controlada por Los Caballeros Templarios.
“Tenemos
miedo de que se vayan estos señores y nos dejen solos, por eso no
queremos que los desarmen”, dice María Elena, quien se colocó al pie de
la tumba donde la gente se arremolinaba para despedir al jornalero
recolector de limones, asesinado por un soldado.
Mario y Rodrigo
participaron en la manifestación del pasado lunes 13, cuando el Ejército
ingresó a varios poblados de Tierra Caliente para desarmar a los grupos
de autodefensa que días atrás arribaron para expulsar a Los Caballeros
Templarios.
“Nadie estaba armado, fueron balas de los soldados que
los mataron. No es cierto que nos enfrentamos con ellos. Primero
rafaguearon al cielo y luego nos dispararon”, dice un joven que
presenció la muerte de Mario y Rodrigo.
La prima de Mario vuelve a
preguntar por qué los mataron, si ellos no tenían armas. “Somos pura
gente de trabajo, recogemos limón, no ofendemos a nadie. Todos
trabajamos para vivir, pero ya no tenemos para comer porque no nos dejan
trabajar”.
La queja de María Elena es porque Los Caballeros
Templarios sólo dejaban trabajar a los pobladores tres días a la semana e
imponían el precio de la carne, el huevo y la tortilla. Y, el colmo,
les cobraban cuotas.
Por eso dicen que tienen terror de que se
vayan los grupos de autodefensa y los dejen solos. “Esto no es justo
para nadie. Tenemos miedo de que se vayan los autodefensas, que los
desarmen. ¿Por qué mejor no los ayudan para que agarren a los otros?”.
Los
pobladores aseguran que no tienen trabajo, ni dinero, que tienen
hambre… y miedo de que los envenenen. Ese es el rumor que se expande por
toda Tierra Caliente. “Nos quieren envenenar el agua y el pan. Nos
quieren matar a todos”, subrayan los asistentes al entierro.
El
desamparo se refleja en sus preguntas. “¿Qué vamos a hacer si regresan
esos señores?”. Y aunque siguen acusando a los soldados de la muerte de
los jornaleros, dicen que prefieren morir por las balas de los soldados
que en manos de Los Caballeros Templarios.
“Preferimos morir
defendiéndonos de una bala del Ejército, que amarrados y que nos corten
toditos los Templarios”, dice uno de los pobladores antes de salir del
panteón.