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Publicado por CONSENSO DELICIAS
Raúl Salinas se enriqueció desmedidamente, pero la PGR no lo demostró
En la sentencia absolutoria que emitió el pasado 19 de julio en el juicio contra Raúl Salinas de Gortari por el delito de enriquecimiento ilícito, el juez federal Carlos López Cruz reconoce que el hermano del expresidente Carlos Salinas incrementó su riqueza desmedidamente de 1985 a 1992, pero establece que la Procuraduría General de la República (PGR) nunca pudo demostrar que éste haya amasado dicha fortuna a costa de los cargos públicos que desempeño en dicho periodo.
“Los dictámenes periciales son idóneos para acreditar con total
certeza que el patrimonio de Raúl Salinas se incrementó sustancialmente
durante el periodo comprendido de enero de 1985 a abril de 1992, en una
proporción que no es acorde con los ingresos que recibió por los cargos
públicos que desempeñó.
“En otras palabras, durante el
lapso en que ocupó diversos cargos en un organismo descentralizado, así
como en la Administración centralizada, Raúl Salinas acrecentó de tal
forma su peculio, que sin lugar a dudas es posible sostener que
experimentó un enriquecimiento”, dice sentencia de la causa penal
36/1997 que reproduce el diario Reforma en su portal electrónico.
Según
el documento, en su primera declaración patrimonial Raúl Salinas
declaró tener 10.6 millones de viejos pesos y al dejar su último cargo
público su fortuna ascendía a 3 mil 603 millones de viejos pesos.
A pesar de tales elementos, el juzgador no encontró evidencia alguna de que el llamado hermano incómodo se aprovechó de su condición para enriquecerse, por lo que decidió absolverlo.
“La
ilicitud del enriquecimiento está circunscrita a la temporalidad en que
el servidor público desempeñó el cargo, y a que el incremento
patrimonial sea consecuencia de que el activo del delito se aprovechó
del empleo, cargo o comisión públicos”, argumentó el juez.
Con base en tal criterio, resolvió:
“Con
independencia de que la evolución patrimonial de Salinas de Gortari
haya sido la consecuencia de una acertada inversión de sus haberes, o de
diversas razones que pudieran justificar o no, contable y
financieramente ese incremento, no es procedente que ese enriquecimiento
se etiquete de ilícito, pues la ilicitud a que se refiere este tipo
penal deviene estrictamente de que el incremento patrimonial sea
resultado de un abuso en el ejercicio del servicio público, al
aprovecharse ya sea del estatus o de las atribuciones que le son
conferidas”.
Raúl Salinas ocupó cuatro cargos durante los sexenios
de Miguel de la Madrid y su hermano Carlos: en Conasupo fue gerente
general de Diconsa; director general de Imconsa, y director de
Planeación y Programación Presupuestal de Conasupo.
De 1990 a
1992, durante el sexenio de su hermano Carlos, fue Secretario Técnico
del Comité de Evaluación de Programa Nacional Solidaridad (Pronasol) y
su un contrato era por honorarios.
Cuando asumió el cargo como
gerente general de Diconsa, en febrero de 1983, en su declaración
patrimonial Raúl Salinas dijo ser dueño de 17 inmuebles, la mayoría
departamentos ubicados en diversas colonias del DF, Acapulco, Ixtapa,
Querétaro, Puerto Escondido y Cuernavaca, cuyo valor aproximado era de
10.6 millones de viejos pesos, entonces equivalentes a unos 66 mil
dólares.
También declaró tener joyas, obras de arte, menaje de
casa, bienes muebles, colección de monedas y tres caballos, todos con
valor de 9.6 millones de viejos pesos, equivalentes a unos 60 mil
dólares, y 14 cuentas bancarias y de valores, así como cuatro
inversiones en empresas, todas en México, con un valor total de 62.2
millones de pesos, iguales a 386 mil dólares.
Al finalizar su
encargo como secretario técnico del Comité de Evaluación de Pronasol en
abril de 1992, declaró tener un patrimonio de tres mil 603 millones de
viejos pesos, entonces equivalentes a 1.2 millones de dólares.
Sin
embargo, según la acusación de la PGR el incremento real de su fortuna
durante sus cargos en la administración pública fue de 161 mil 462
millones de viejos pesos, que para 1992 equivalían a 51.8 millones de
dólares. La cifra tomaba en cuenta el aumento en inmuebles, de 17 a 41,
la evolución de la disponibilidad en las cuentas bancarias y el valor de
las inversiones en empresas.
La hipótesis de la PGR era que el
“hermano incómodo” aprovechó 207 de los dos mil 218 millones de nuevos
pesos desviados entre 1990 y 1994 de la partida secreta de la
Presidencia a una cuenta en Banco Mexicano Somex, por instrucciones de
Ernesto Sentíes, entonces Director de Administración de la Presidencia,
ya fallecido.
En diciembre de 2004 un tribunal colegiado de Toluca
absolvió Raúl Salinas del delito de peculado, con el argumento de que
la partida secreta existía para “gastos contingentes” y no tenía reglas
para su manejo. Según el juez no se probó que los depósitos en tres
cuentas a nombre de Raúl y dos de sus alias realmente provinieron del
desvío en cuestión.
El litigio de la PGR contra Raúl Salinas es el
quinto que la dependencia pierde luego de que no se pudo comprobar la
participación de éste en el homicidio de Francisco Ruiz Massieu, en
2005, y en los delitos de peculado, defraudación fiscal y lavado de
dinero
La acusación por enriquecimiento ilícito derivó de una
indagatoria de la entonces Secretaría de Contraloría y Desarrollo
Administrativo (Secodam), que a principios del sexenio de Ernesto
Zedillo acusó a Salinas de no acreditar el origen lícito del patrimonio
que acumuló durante los años en que fue servidor público.
El
enriquecimiento ilícito era el último proceso en contra de Raúl salinas y
luego de casi tres sexenios de actividad judicial quedará sin un solo
antecedente penal si la absolución es confirmada por el Tribunal
Unitario en Materia Penal.
La PGR interpuso un recurso de
apelación contra la sentencia absolutoria dictada el miércoles pasado
por el juez 13 de Distrito de Procesos Penales Federales Carlos López
Cruz, en la que se ordenó la devolución de 41 propiedades a Raúl
Salinas, además de que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)
debe descongelar sus cuentas bancarias y de cheques.