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Publicado por CONSENSO DELICIAS
Chihuahua, siete horas de anarquía total
Chihuahua.- El palacio de gobierno vivió siete horas de sitio luego que unas 200 personas convocadas por Rogelio Loya y Jaime García Chávez intentaron tomar el inmueble en protesta por la impugnación del PRI al proceso electoral del domingo 5 de junio. 
El saldo de la refriega fue más de 100 detenidos, un agente herido de gravedad en la cabeza, 5 periodistas lastimados y daños a la puerta principal y las ventanas de la llamada casa de cantera, además de dos decenas de heridos, que fueron golpeados por los manifestantes o por los policías.
Unos 200 policías, elementos estatales, municipales y de vialidad, resguardaron el palacio e impidieron que los manifestantes entraran, como era su intención original, con armas lanzacilindros de gas lacrimógeno y toletes, mientras que los manifestantes usaron piedras y palos para atacar a los agentes.
La protesta, convocada por facebook, por el activista Jaime García Chávez y el diputado panista Rogelio Loya, empezó alrededor de las diez horas y se prolongó por espacio de siete horas, es decir, a las 18:00 horas, tras detener a cien manifestantes y retener el control del palacio de gobierno.
El gobernador César Duarte acusó a personas con nexos corralistas de ser quienes convocaron a la protesta y, momentos después, ya al final de la refriega, el gobernador electo, Javier Corral Jurado, dijo no tener nada qué ver con el evento y ni siquiera con la convocatoria.
Mario Vázquez, Presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, se deslindó de la convocatoria y dejó solos a los diputados Ana Gómez Licón y Rogelio Loya, para responder por su participación en el desorden y la anarquía vividas en la zona centro de la ciudad.
También los periodistas se convirtieron en víctimas de la protesta en palacio, pues algunos resultaron con golpes, humillaciones y efectos de los gases lacrimógenos. El primero que pagó los platos rotos, fue un camarógrafo de Televisa, Rafael Palacios, quien fue echado del lugar, de un sitio público, como si fuera propiedad de los manifestantes. Luego, siguió el turno a Federico Martínez Vargas, Jefe de Información de La Opción de Chihuahua, que tuvo un descalabro al recibir un palazo en la nuca, por detrás.
También detuvieron a Fabián Ramírez, camarógrafo de un medio local, quien también sufrió las consecuencias. De ahí para adelante, censuraron a todos los medios de comunicación, a los que llamaron vendidos, y solo les faltó la CNN y Al Jaezera para completar el cuadro. Justo es señalarlo, Víctor Quintana intentó calmar a los manifestantes, pero sus llamados fueron como las repicadas de las campañas a misa un sábado a las diez de la noche. Lo que más dolió a los representantes de los medios, al gremio, fue que reportero Pedro Ontiveros, invidente,fuera bañado en químicos durante la protesta.
Unos 200 policías, elementos estatales, municipales y de vialidad, resguardaron el palacio e impidieron que los manifestantes entraran, como era su intención original, con armas lanzacilindros de gas lacrimógeno y toletes, mientras que los manifestantes usaron piedras y palos para atacar a los agentes.
La protesta, convocada por facebook, por el activista Jaime García Chávez y el diputado panista Rogelio Loya, empezó alrededor de las diez horas y se prolongó por espacio de siete horas, es decir, a las 18:00 horas, tras detener a cien manifestantes y retener el control del palacio de gobierno.
El gobernador César Duarte acusó a personas con nexos corralistas de ser quienes convocaron a la protesta y, momentos después, ya al final de la refriega, el gobernador electo, Javier Corral Jurado, dijo no tener nada qué ver con el evento y ni siquiera con la convocatoria.
Mario Vázquez, Presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, se deslindó de la convocatoria y dejó solos a los diputados Ana Gómez Licón y Rogelio Loya, para responder por su participación en el desorden y la anarquía vividas en la zona centro de la ciudad.
También los periodistas se convirtieron en víctimas de la protesta en palacio, pues algunos resultaron con golpes, humillaciones y efectos de los gases lacrimógenos. El primero que pagó los platos rotos, fue un camarógrafo de Televisa, Rafael Palacios, quien fue echado del lugar, de un sitio público, como si fuera propiedad de los manifestantes. Luego, siguió el turno a Federico Martínez Vargas, Jefe de Información de La Opción de Chihuahua, que tuvo un descalabro al recibir un palazo en la nuca, por detrás.
También detuvieron a Fabián Ramírez, camarógrafo de un medio local, quien también sufrió las consecuencias. De ahí para adelante, censuraron a todos los medios de comunicación, a los que llamaron vendidos, y solo les faltó la CNN y Al Jaezera para completar el cuadro. Justo es señalarlo, Víctor Quintana intentó calmar a los manifestantes, pero sus llamados fueron como las repicadas de las campañas a misa un sábado a las diez de la noche. Lo que más dolió a los representantes de los medios, al gremio, fue que reportero Pedro Ontiveros, invidente,fuera bañado en químicos durante la protesta.
