Michoacanos refugiados en El Paso se dijeron aliviados tras el arresto de Servando Gómez, La Tuta, líder del cártel de Los Caballeros Templarios.

Los exiliados huyeron de su tierra por la ola de violencia desatada por la disputa entre los cárteles de la droga, autodefensas y los intentos del gobierno por contenerla.

Entrevistados por NORTE en un refugio para migrantes, dos hombres que huyeron junto a sus familias afirman que la detención de La Tuta no los hará regresar a Michoacán, pero que aún así los hace sentir más tranquilos.

“Regresar no es una opción, porque eso no significa que las cosas ya estén calmadas, pero sí nos da gusto, claro que nos da gusto, este hombre y su gente estuvieron violando a nuestras hijas, robando lo poco que teníamos”, dijo Josué, quien está a la espera de recibir el asilo político.

De la misma opinión es Martín, un hombre que cruzó la frontera en 2013 luego de ser amenazado de muerte por negarse a dejar sus terrenos en Michoacán.

“Al menos ya es algo, todo mundo sabía que La Tuta hacía lo que quería en Michoacán, uno no podía tener ni tantito porque la gente de La Tuta iba luego luego por la cuota”, contó.

Michoacán es el principal estado mexicano productor de frutas y verduras de exportación para los Estados Unidos, pero desde hace unos años se ha convertido en una zona de sangrientos enfrentamientos entre la Familia Michoacana, los Caballeros Templaros, las autoridades mexicanas y los grupos de autodefensas.

Según abogados de migración, esta inestabilidad es la causa de que haya pasado de exportar frutas y verduras a exportar familias exiliadas.

Carlos Spector, el abogado que representa a varios cientos de exiliados mexicanos que huyeron de la violencia, contó a NORTE que desde enero de este año una oleada de michoacanos ha llegado a El Paso buscando protección ante las extorsiones, amenazas, homicidios y violaciones que suceden a diario en aquel estado.

“Michoacán sigue representando una etapa muy peligrosa para México, puesto que pone en descubierto que las autoridades de aquel país no son capaces de proteger a sus ciudadanos, ese es el mensaje que se envía”, dijo Spector.

Según el testimonio que recabó de varios michoacanos exiliados, desde la llegada de las fuerzas federales a Michoacán, alrededor de 2012, los cárteles, junto con algunos elementos del Estado mexicano, han creado una red de prostitución forzada.

La organización de Los Caballeros Templarios nació en marzo de 2011 como escisión del cártel de La Familia Michoacana y desde entonces ha aumentado su poder en la región.

“Las están sacando de sus casas y las rentan”, agregó el abogado.

Las autodefensas en Michoacán se dieron a conocer el 24 de febrero de 2013. Aquel día, un grupo de empresarios, agricultores y ganaderos hartos de la impunidad, la falta de gobernabilidad y la corrupción de la Policía municipal, organizaron al pueblo para levantarse en armas en contra del cártel de Los Caballeros Templarios y hacer justicia con su propia mano.

Su objetivo era acabar con la violencia extrema que se vivía en la región, donde las extorsiones, cuotas, violaciones, asesinatos y amenazas generadas por los templarios era algo de todos los días. Poco a poco las autodefensas se hicieron presentes en la región de Tierra Caliente, donde el cártel opera. Michoacán tiene 113 municipios, pero los más extensos están en esa zona. Las autodefensas controlan al menos 11, los cuales representan casi un quinto del territorio del Estado.