La primera, y tal vez la más importante, es que el edil meoquense no tiene la dignidad de radicar en su cabecera municipal, bueno ni siquiera en una ranchería de este bello municipio, ya que su domicilio se encuentra ubicado en el Fraccionamiento Las Misiones de Ciudad Delicias, a tan solo 6 kilómetros de la comunidad que desgobierna.

Asimismo, se da el lujo de prácticamente trapear con el apellido del Gobernador del Estado, César Duarte Jáquez, del que el edil meoquense se jacta es familiar, ya que lo llama “pariente”, debido a la consanguinidad que manifiesta tener con el mandatario estatal.

Sin embargo, la habilidad política del inquilino del palacio de gobierno contrasta con la torpeza de Duarte Olivas al momento de gobernar, ya que este último cree que con un par de palmaditas en la espalda y su famosa frase, “No se preocupe, aquí lo arreglamos” a cuanto ciudadano acude a Presidencia Municipal en busca de una solución a cualquier problemática, termina de darle solución y asunto arreglado.

Y es que su equipo de trabajo, “encabezado” por el Lic. Oscar Omar Hinojos, Secretario Municipal, deja mucho que desear, ya que no le tapan un solo golpe a la maltrecha y desorientada administración Municipal, la cual recibe puros “tiros libres” de a quién se le ocurre tirar a gol.

Dicen las malas lenguas que eso se debe a las delicadas ocupaciones que el número dos de la actual administración meoquense se aboca a llevar a cabo en el interior de la oficina del alcalde cuando este se ausenta, lo cual sucede en múltiples ocasiones, tal y como acaba de acontecer, al dejar Duarte Olivas a la deriva la administración, al ausentarse por catorce días, según manifiesta la ex candidata del PRD por el V Distrito, Soledad Carrasco.

El hecho orilló a la ex candidata a manifestarse mediante una huelga de hambre en el kiosko de la Plaza Principal, demandando se atiendan las necesidades de la ciudadanía meoquense, así como la renuncia del edil Meny Duarte y su ineficiente gabinete.

Aún así, Duarte Olivas se limitó a comentarle a la manifestante que a el también le hacía falta dejar de comer, al tiempo que frotaba su voluminoso abdomen, y que se encontraba “preocupado” por la salud de la fémina, a la cual además manifestó, le comentaría al oficial de la DSPM que se encuentra asignado a Palacio Municipal que ella iba a estar en el kiosko, para que estuviera al pendiente, dejando de lado, como es la costumbre del alcalde y sus allegados, las peticiones y demandas que Sol Carrasco, a nombre de la ciudadanía meoquense presentaba…………..