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Publicado por CONSENSO DELICIAS
Juega al baloncesto sin una mano, universidades lo buscan
Zach Hodkins tiene 17 años e impresiona a los cazatalentos deportivos. La Universidad de Florida le hizo una oferta formal.
Este joven es el ejemplo de que por difícil que parezca, también se puede llegar a ser una estrella del baloncesto con solo un brazo. Un brazo, mucho esfuerzo y sobre todo, talento.
La vida de Zach Hodskins, un estudiante de Georgia (Estados Unidos) de 17 años, es sorprendente porque el baloncesto universitario de primer nivel ha llamado a su puerta. Y es que no hace ni una semana que el chico ha recibido una oferta formal de la Universidad de Florida.
Hodskins es un tipo muy bromista, incluso con los temas más delicados. "Nací sin brazo, pero la gente que me pregunta no lo sabe, así que les digo que me lo comió un tiburón", comentó en una entrevista a USA Today.
Las imágenes demuestran por qué su velocidad y habilidad con el balón llevan tiempo impresionando a los principales 'scouters' del país.
Si bien ese nunca ha sido su objetivo cuando entra en la cancha, se ilusiona con ser parte de la liga por la que pasaron la mayoría de las estrellas que hoy brillan en la NBA.
"Al principio, cuando me ven los rivales, se quedan sin saber cómo actuar conmigo. En cuanto encesto dos o tres canastas me tratan igual que a todos. Eso es lo que realmente quiero", explicó.
La vida de Zach Hodskins, un estudiante de Georgia (Estados Unidos) de 17 años, es sorprendente porque el baloncesto universitario de primer nivel ha llamado a su puerta. Y es que no hace ni una semana que el chico ha recibido una oferta formal de la Universidad de Florida.
Hodskins es un tipo muy bromista, incluso con los temas más delicados. "Nací sin brazo, pero la gente que me pregunta no lo sabe, así que les digo que me lo comió un tiburón", comentó en una entrevista a USA Today.
Las imágenes demuestran por qué su velocidad y habilidad con el balón llevan tiempo impresionando a los principales 'scouters' del país.
Si bien ese nunca ha sido su objetivo cuando entra en la cancha, se ilusiona con ser parte de la liga por la que pasaron la mayoría de las estrellas que hoy brillan en la NBA.
"Al principio, cuando me ven los rivales, se quedan sin saber cómo actuar conmigo. En cuanto encesto dos o tres canastas me tratan igual que a todos. Eso es lo que realmente quiero", explicó.
