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Publicado por CONSENSO DELICIAS
Miles huyen de pueblos en Guerrero por crimen organizado
El alcalde de Tlacotepec reconoció que entre los habitantes existe temor de que se registre alguna represión por dar alojamiento a los desplazados. En Tetela del Río, habitantes reportan el secuestro de seis personas.
Guerrero.- En menos de una semana, las
autoridades estatales y federales han contabilizado al menos mil 200
personas desplazadas en catorce comunidades de la sierra de Guerrero, en
los refugios temen represalias por parte de los agresores que los
expulsaron.
Los desplazados, como ya se les reconoce en el gobierno estatal son principalmente adultos mayores, mujeres y niños que abandonaron sus pueblos atemorizados por la incursión de una supuesta célula del crimen organizado.
En Tetela del Río, comunidad perteneciente a Tlacotepec los habitantes reportan el secuestro de seis personas; tres de ellos pertenecen a una sola familia; el esposo, suegro y cuñado de la señora Leticia Rifas García.
De las aproximadas mil 200 personas que abandonaron sus casas en diferentes comunidades y rancherías, la mitad se ha colocado en la cabecera municipal de Tlacotepec y el resto en Huautla, localidad ubicada aproximadamente 30 kilómetros de terracería.
La gente comenzó a llegar a los dos puntos desde la mañana del miércoles 31 de julio, luego de que se registrara la primera incursión violenta.
“Nos avisaron que venían los malos y decidimos irnos a la carrera, algunos alcanzaron a tomar unas cositas pero muchos solo nos venimos con lo que traíamos puesto”, señala la mujer que permanece en las instalaciones del comisariado de Bienes Comunales de Tlacotepec.
Las ropas que viste fueron regaladas por vecinos de la cabecera municipal, que conmovidos por la situación que se vive en dicho lugar se acercaron al refugio para regalar algunas prendas y facilitarles víveres.
Desde la mañana del viernes, el alcalde del lugar, Mario Alberto Chávez Carbajal reconoció que entre los habitantes existe temor de que se registre alguna represión, por el hecho de dar alojamiento a los expulsados.
“La verdad es que sí hay expectativa, la gente teme que ahora lleguen para atacarnos a nosotros pero sabemos que Tlacotepec es un municipio seguro, por algo han optado por venir a refugiarse con nosotros gente de otros municipios”, indicó.
Quien viaja desde Chilpancingo solo encuentra un puesto de revisión militar a la salida de la comunidad de Xochipala, apenas a 40 kilómetros del punto de salida.
La presencia militar se vuelve a mirar 150 minutos de camino adelante, ya en la entrada principal de Tlacotepec, municipio considerado como el centro político y económico de la sierra.
En las instalaciones del Comisariado de Bienes Comunales ya se observa menos gente que las jornadas del jueves y viernes, la mayoría pasa el día en casas de algunos conocidos o familiares, algunos buscan ocuparse en alguna actividad productiva que les permita generar algún dinero para subsistir, aunque los resultados son muy pobres.
Germán Martínez, comandante de la Policía Preventiva Estatal (PPE) es uno de oficiales que están al frente de cuatro grupos que recorren las zonas más golpeadas por la violencia en la sierra de Tlacotepec. Ha estado en Ixtlayotla, Rancho Viejo, San Pedro Cozoapa, El Caracol, Tetela del Río, Buena Vista de los Hurtados, Pericotepec, Huautla, Organos, Espinazo del Diablo y Rodeos.
Dichas comunidades pertenecen a Tlacotepec, Iguala y Apaxtla, aunque solo el alcalde del primer municipio se ha animado a emitir declaraciones al respecto.
El comandante señala que de acuerdo al cálculo de las autoridades, en menos de una semana se han desplazado cerca de mil 200 personas hacia la cabecera municipal de Tlacotepec y la comunidad de Huautla, en donde hasta el momento no se ha registrado ninguna incursión de gente armada.
De Tetela del Río muchos habitantes huyeron hacia Iguala de la Independencia, aprovechando su cercanía con la región Norte de Guerrero.
José Luis Santamaría, comisario de Huautla explicó que al principio llegaron más de quinientas personas de diferentes localidades, todas ellas temerosas de sufrir algún ataque.
Se refugiaron en la explanada y el interior de la iglesia, después buscaron acomodo en algunas viviendas de familiares y amigos, incluso de personas que de buena fe les dieron cobijo.
Aunque no han llegado hasta dicha localidad los empistolados que expulsaron a sus paisanos, ahora tienen miedo de que el próximo objetivo sea su centro poblacional.
“Ahorita lo que vienen son las represalias; nosotros no tenemos problemas pero ellos sí, ahora lo que nos preguntamos es quien sigue”.
Agrega: “Ellos vinieron aquí con nosotros ¿pero y si (los agresores) viene para acá hacia donde nos vamos a ir nosotros? ¿Qué va a pasar con el resto de las ciudades si el problema sigue avanzando? Creemos que las autoridades tiene que hacer algo cuanto antes”.
Los desplazados, como ya se les reconoce en el gobierno estatal son principalmente adultos mayores, mujeres y niños que abandonaron sus pueblos atemorizados por la incursión de una supuesta célula del crimen organizado.
En Tetela del Río, comunidad perteneciente a Tlacotepec los habitantes reportan el secuestro de seis personas; tres de ellos pertenecen a una sola familia; el esposo, suegro y cuñado de la señora Leticia Rifas García.
De las aproximadas mil 200 personas que abandonaron sus casas en diferentes comunidades y rancherías, la mitad se ha colocado en la cabecera municipal de Tlacotepec y el resto en Huautla, localidad ubicada aproximadamente 30 kilómetros de terracería.
La gente comenzó a llegar a los dos puntos desde la mañana del miércoles 31 de julio, luego de que se registrara la primera incursión violenta.
“Nos avisaron que venían los malos y decidimos irnos a la carrera, algunos alcanzaron a tomar unas cositas pero muchos solo nos venimos con lo que traíamos puesto”, señala la mujer que permanece en las instalaciones del comisariado de Bienes Comunales de Tlacotepec.
Las ropas que viste fueron regaladas por vecinos de la cabecera municipal, que conmovidos por la situación que se vive en dicho lugar se acercaron al refugio para regalar algunas prendas y facilitarles víveres.
Desde la mañana del viernes, el alcalde del lugar, Mario Alberto Chávez Carbajal reconoció que entre los habitantes existe temor de que se registre alguna represión, por el hecho de dar alojamiento a los expulsados.
“La verdad es que sí hay expectativa, la gente teme que ahora lleguen para atacarnos a nosotros pero sabemos que Tlacotepec es un municipio seguro, por algo han optado por venir a refugiarse con nosotros gente de otros municipios”, indicó.
Quien viaja desde Chilpancingo solo encuentra un puesto de revisión militar a la salida de la comunidad de Xochipala, apenas a 40 kilómetros del punto de salida.
La presencia militar se vuelve a mirar 150 minutos de camino adelante, ya en la entrada principal de Tlacotepec, municipio considerado como el centro político y económico de la sierra.
En las instalaciones del Comisariado de Bienes Comunales ya se observa menos gente que las jornadas del jueves y viernes, la mayoría pasa el día en casas de algunos conocidos o familiares, algunos buscan ocuparse en alguna actividad productiva que les permita generar algún dinero para subsistir, aunque los resultados son muy pobres.
Germán Martínez, comandante de la Policía Preventiva Estatal (PPE) es uno de oficiales que están al frente de cuatro grupos que recorren las zonas más golpeadas por la violencia en la sierra de Tlacotepec. Ha estado en Ixtlayotla, Rancho Viejo, San Pedro Cozoapa, El Caracol, Tetela del Río, Buena Vista de los Hurtados, Pericotepec, Huautla, Organos, Espinazo del Diablo y Rodeos.
Dichas comunidades pertenecen a Tlacotepec, Iguala y Apaxtla, aunque solo el alcalde del primer municipio se ha animado a emitir declaraciones al respecto.
El comandante señala que de acuerdo al cálculo de las autoridades, en menos de una semana se han desplazado cerca de mil 200 personas hacia la cabecera municipal de Tlacotepec y la comunidad de Huautla, en donde hasta el momento no se ha registrado ninguna incursión de gente armada.
De Tetela del Río muchos habitantes huyeron hacia Iguala de la Independencia, aprovechando su cercanía con la región Norte de Guerrero.
José Luis Santamaría, comisario de Huautla explicó que al principio llegaron más de quinientas personas de diferentes localidades, todas ellas temerosas de sufrir algún ataque.
Se refugiaron en la explanada y el interior de la iglesia, después buscaron acomodo en algunas viviendas de familiares y amigos, incluso de personas que de buena fe les dieron cobijo.
Aunque no han llegado hasta dicha localidad los empistolados que expulsaron a sus paisanos, ahora tienen miedo de que el próximo objetivo sea su centro poblacional.
“Ahorita lo que vienen son las represalias; nosotros no tenemos problemas pero ellos sí, ahora lo que nos preguntamos es quien sigue”.
Agrega: “Ellos vinieron aquí con nosotros ¿pero y si (los agresores) viene para acá hacia donde nos vamos a ir nosotros? ¿Qué va a pasar con el resto de las ciudades si el problema sigue avanzando? Creemos que las autoridades tiene que hacer algo cuanto antes”.
